Algunas vez  sentí en mi piel el cosquilleo de sueños que volaban como excitadas mariposas por el aire. Golondrinas trazaban infinitos rayos de luz  en un cielo profundo y gris, llenaban de ilusiones mi ojos.  La brisa entonaba  Debussy  a la orilla de un lago azul....

Pero hoy ya no estás, solo queda alguna golondrina para recordarme el ayer y la brisa que me trae alguna nueva melodía. 

No tengo muy claro el camino, tenía objetivos que parecen dibujarse en el horizonte cada vez más lejanos y no importe cuanto camine siempre están lejos.
El amor me dejó, no le bastó con dejarme solo en esta tormentosa vida sino que dejó una horrible cicatriz.
Hay tanta niebla en mi camino que es imposible saber quienes están a mi lado tratando de avanzar y quienes tratan de hacerme caer, hasta donde llegan los perversos por corromper lo puro en mi.
Pero camino y espero que eso me lleve a algún destino...

Te escribí canciones y corté rosas.
No pude evitar  contemplar tu hermosura,
la luz de la luna siempre le sentó bien a tu rostro.
Escapemos esta noche no importa que sea imposible,
no importa el mundo.
No importa que todo sea un sueño y yo esté por despertar.